“Estoy ocupada”, “Ahora no puedo”, “Juega con tu hermana”, “Ve
a jugar tú sola”, “¿Te prendo la tele?”, “Ya déjame en paz”... Estas y otras
frases similares les digo a mis hijas varias veces por semana. Soy trabajadora autónoma,
trabajo desde mi casa y, por lo tanto, mis horas de oficina y las horas que
paso con mi familia se han convertido en una mezcla homogénea. Hace años que me
es prácticamente imposible separarlas, puedo levantarme media hora a hacer la
cena pero mientras tanto respondo a un correo. Les hago compañía a mis hijas
cuando se van a dormir y a la vez leo o reviso algún trabajo. Llevo a cabo
teleconferencias desde la casa y me aseguro muy bien de apagar mi micrófono
antes de pegar un par de gritos porque una niña no quiere devolverle el juguete
a la otra. En fin… ya pueden hacerse una idea del panorama.
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Hace algunos años... |
Sin embargo, hace días que caen en mis manos videos,
artículos y, en general, señales que me confirman que a pesar de trabajar en
casa y pasar mucho tiempo con mis hijas, soy una madre ausente. Estoy pero no
estoy, mi cuerpo está aquí pero estoy viendo el celular, la computadora, la
tele, hablando por teléfono o descansando.
Después me llegó este video y supe que no era la única mamá
a la que le pasa esto.
Al parecer muchos padres y muchos niños en todo el mundo
están en esta situación. Todos los niños desean que sus padres jueguen más, les
hagan más caso, pasen más tiempo con ellos.
Por otro lado, la semana pasada empecé a pensar en los
regalos de Navidad y mi dilema fue “¿Qué les doy si lo tienen todo?”. De hecho,
hace algunos días sacaron varios juguetes que no usan para regalarlos a niños
menos afortunados por Navidad. No encontré nada que realmente les hiciera
falta, tienen muñecas, coches de control remoto, trenes, Lego, Playmobil, ponis,
disfraces, materiales para colorear… cualquier cosa que les compre acabará en 2
semanas siendo parte de la colección. Además, los tíos y abuelos ya se encargan
de regalarles un montón de cosas, y ya mejor ni hablamos de Santa Claus y los
Reyes Magos.
Y por fin se me prendió el foco y decidí que este año les
daría a mis hijas vales de regalo por Navidad. Creo que no hay un regalo más
valioso que darles mi tiempo y atención y será una manera simple y efectiva de
separar realmente las horas que pasamos juntas haciendo una actividad divertida
de las horas que paso trabajando. Así que me puse manos a la obra, descargué
una plantilla de Word sencilla y me puse a rellenarla. Tomé sus 15 actividades favoritas e hice 30 vales para
cada una.
- 1 hora de jugar a las muñecas
- 1 hora de pintar
- Cocinar algo juntas
- Salir a cenar
- Un masaje
- 1 hora de salón de belleza (en casa)
- Una excursión
- 1 hora de manualidades
- 1 hora de contar cuentos
- Hacer un pic-nic
- Una pijamada
- Fogata con bombones
- 1 hora de armar Lego o bloques
- 1 hora de juego libre
- Una sesión de cine (en casa) con palomitas
- 1 hora de jugar a las muñecas
- 1 hora de pintar
- Cocinar algo juntas
- Salir a comer
- Un masaje
- 1 hora de salón de belleza (en casa)
- Una excursión
- 1 hora de manualidades
- 1 hora de contar cuentos
- Hacer un pic-nic
- Una pijamada
- Fogata con bombones
- 1 hora de armar Lego o bloques
- 1 hora de juego libre
- Una salida al cine
No me gasté ni un centavo, pasaré al menos 60 horas
efectivas con mis hijas en las próximas semanas (tendremos que poner algunas
reglas para que no quieran cambiar todos los vales en la primera semana,
jajaja) y estoy convencida de que les estoy dando un regalo que les gustará,
que necesitan y que me hará sentir bien como mamá.
Espero que esta idea les sirva a otros papás
que, como yo, quieren dar lo mejor a sus hijos esta Navidad.
¿Se te ocurre otra idea? ¡Compártela para que todos hagamos felices a nuestros hijos esta Navidad!
Los mejores deseos para ti y para tu familia en estas fiestas de 2014.
¿Se te ocurre otra idea? ¡Compártela para que todos hagamos felices a nuestros hijos esta Navidad!
Los mejores deseos para ti y para tu familia en estas fiestas de 2014.